jueves, 23 de enero de 2014

Perfectamente imperfecto.

Yo no soy perfecto a Dios gracias, y gracias a no ser perfecto puedo ser feliz y vivir mejor, y es que tener imperfecciones me ayuda día a día a querer ser mejor. A lo largo de mi corta edad, aprendí, que es mejor en la vida ser feliz, que preocuparse por todo, siempre repito que mi lema es "nunca tomes tan enserio la vida, total nunca saldras con vida de ella", he aprendido que si tienes errores estos pueden ser corregidos y ayudarte a ser alguien más integral, siempre y cuando sepas reconocerlos, a saber pedir perdón cuando la cagas, a seguir adelante con mas fuerza cuando te caes, y es que sobre todo he aprendido en la vida, desde mi punto de vista, que nadie es perfecto y que las personas que lo creen, son tan perfectas que no pueden ver más lejos de sus narices, que no saben ser felices y sobre todo que en lugar de preocuparse por serlo, prefieren resaltar los errores de los demás. Sus vidas son tan vacías que necesitan llenarla con los "errores" de los demás.

Y es que de verdad amo mi imperfección porque hasta el único realmente perfecto tuvo que sacrificar un hijo por los que creían ser perfectos, soy un hombre tan imperfecto que veo un hoyo y caigo 3 veces en el por estar ocupado siendo feliz. Soy tan imperfecto que buscaba una imperfecta perfecta para mi. Que mi vida es tan imperfecta que me dio hijos y me enseño a ser tan feliz.

Por eso yo quiero guiar en la vida a mis hijos a ser personas auténticas, que valoren lo que realmente vale la pena en la vida y que sepan vivirla, porque la vida es tan bella que hay que ser imperfecto para ver que es perfecta.